La
cumbre del Clima de París, de la que ya hablamos anteriormente, parece que dará
sus frutos. El mensaje que se ha lanzado con más entusiasmo por parte de los
150 jefes de Estado y de Gobierno reunidos ha sido que la apuesta por la
economía verde es el único futuro posible.
Lo
nuevo en este tema es que EE UU y China comparten la misma ambición. Las dos
primeras potencias mundiales pidieron un acuerdo ambicioso que deberá revisarse
cada cinco años.
Barack
Obama se ha mostrado preocupado por las condiciones de vida de las próximas
generaciones, a lo que Hollande añadió: “La transformación energética es
una obligación moral”.
Ni
EE UU ni China se comprometieron con el acuerdo de Kioto de 1997 a reducir sus
emisiones de gases de efecto invernadero. Hoy, el presidente norteamericano y
su homólogo chino, hablan, más o menos, el mismo idioma sobre el cambio
climático.
"Represento
al segundo país más contaminador. Asumiremos nuestras responsabilidades",
ha sentenciado Obama, abriendo así las puertas a la ayuda que necesitan los
países en desarrollo, al igual que ha hecho Xi Jinping.
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| Fuente: elpaís.com |

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